Fueron aprobadas por mayoría, salvo la de OSSE que logró la unanimidad con abstenciones. El oficialismo marcó las dificultades que hubo para gestionar por el contexto económico del año pasado. Duras críticas del bloque libertario y Acción Marplatense.
El Concejo Deliberante aprobó este martes por mayoría las rendiciones de cuentas 2023 del gobierno de Guillermo Montenegro.
Los expedientes de la administración y los entes descentralizados (Emsur, Emder, Emturyc y Emvial) fueron sancionados con los votos del interbloque oficialista (Vamos Juntos-UCR-Coalición Cívica), mientras que los demás bloques repartieron votos en contra y abstenciones. Sólo la rendición de cuentas de Obras Sanitarias tuvo en los papeles un aval unánime por la decisión de toda la oposición de abstenerse.
El oficialismo votó en conjunto y aprobó las rendiciones de cuentas.
El miembro informante del oficialismo, Agustín Neme (Vamos Juntos), marcó que la gestión municipal debió desarrollarse el año pasado en el contexto de “una profunda crisis económica, incertidumbre, desequilibrios fiscales, monetarios y cambiarios”, y mientras “ninguno de los parámetros establecidos por el gobierno nacional anterior resultó tal cual se había previsto”. Esto “lógicamente tuvo consecuencias directas”, apuntó.
Puntualizó que la inflación acumulada fue del 211% mientras que las tasas se “actualizaron” un 73%. La disparidad entre una y otra variable fue “una constante en los cuatro años anteriores”, indicó. Además, se produjo una “caída real de los ingresos municipales”, con la “reducción de la coparticipación” provincial, “la constante redeterminación de precios en los bienes y servicios y la actualización de los sueldos municipales, que producto de la inflación fue una constante mensual”.
“Podríamos haber tomado la decisión de actualizar las tasas en comparación con la inflación, podríamos haber hecho muchas más obras, muchos más servicios, pero decidimos que ese no era el camino”, apuntó Neme. Y aseguró que, en línea con lo que pide el intendente Montenegro, se decidió “innovar, ser cuidadosos con los recursos y tratar de llevar adelante una actualización de tasas lo menor posible para acompañar desde el ámbito municipal a Mar del Plata y Batán”.
“Tanto la administración central, con sus secretarías, como los entes descentralizados y Obras Sanitarias han cumplido los objetivos y han gestionado de forma responsable y comprometida”, cerró el oficialista.
Cecilia Martínez, de Crear Más Libertad, fue una de las más críticas de la gestión de Montenegro.
Aunque compartió las dificultades del contexto económico, el bloque libertario lanzó duras críticas. “No es sorpresa para nuestro bloque ver la situación que presentan las cuentas municipales. Mar del Plata no es una isla en nuestro país y obviamente iba a sufrir las consecuencias de un gobierno nacional totalmente irresponsable a la hora de planificar políticas económicas y de un gobierno provincial que ha sido ciego, sordo y mudo ante quienes no piensan como ellos”, comenzó su exposición Cecilia Martínez (Crear Más Libertad).
“La situación que atraviesa el municipio de General Pueyrredon es crítica y hay cuestiones que también son responsabilidad de este gobierno municipal. Con este resultado económico, hay que hacer un cambio de rumbo, hay que fijar prioridades y elegir en qué gastar y, si es necesario, abordar herramientas legislativas que permitan obtener otros resultados”, señaló.
“A lo largo de estos cinco años del gobierno del intendente Montenegro –agregó– las prioridades claramente no fueron las mismas que hubiéramos tenido quienes entendemos que los recursos de todos deben utilizarse de un modo eficiente para evitar llegar a este momento: una situación que lamentablemente es calamitosa en varios entes y secretarías. Estamos a riesgo de dejar al municipio en un sistema de gestión cero”.
También le achacó al intendente haber “puesto el dinero en la pauta” en los años electorales. “Hay que hacerse cargo”, advirtió. Y alertó: “O damos un cambio de rumbo o la situación actual será mes a mes cada vez más grave”.
De sus críticas sólo quedaron a salvo el Emvial y el Emturyc, a los que les reconoció “gestión”. “Tenemos una mirada crítica y diferencias profundas con la gestión del intendente Montenegro, pero no podemos dejar de marcar que hay funcionarios que funcionan”, aseveró.
Unión por la Patria, el Frente Renovador y Acción Marplatense también cuestionaron las rendiciones de cuentas.
Eva Ayala, de Acción Marplatense, formuló “tres objeciones concretas: formales, sobre los cumplimientos y vinculadas al abandono y la desidia”. Entre las primeras citó el caso del convenio de las fotomultas, realizado sin licitación. Entre las segundas marcó que no se ejecutaron las obras del Centro Cívico del Oeste, los polideportivos y el hospitalito de Batán (como el Ejecutivo se había comprometido con el bloque antes de la aprobación del presupuesto 2023). Y entre las demás acusó al gobierno municipal de “vaciar” la cultura marplatense y tener “abandonada” la salud pública. “No hay insumos en los centros de salud ni en el CEMA, y si hay están vencidos; el equipamiento no funciona y hacerte un estudio en el CEMA implica esperar meses”, lanzó.
Dijo además que Mar del Plata presenta “mayor conflictividad social, calles más inseguras, salas de salud sin respuestas” y “no hay gestión integral de residuos”. “Me parece que acá lo que hay es una combinación de un déficit creciente con venta humo”, concluyó.
Verónica Lagos, de Unión por la Patria, destacó que su bloque envió a los funcionarios municipales 58 preguntas por escrito sobre las rendiciones de cuentas. Sostuvo que algunas respuestas “eran muy incompletas, genéricas, con omisiones, contradictorias o no respondían lo que se les preguntaba”.
Lagos afirmó que falta “una búsqueda de recursos genuinos propios” y discrepó con “el criterio de selección de prioridades”. “No se están cuidando los recursos propios”, añadió, y citó el caso de los escenarios deportivos cedidos en forma gratuita para espectáculos.
En la misma línea, Ariel Ciano (Frente Renovador), lamentó las “serias dificultades” en la gestión del municipio. “Cuando uno tiene déficit puede ser porque está brindando más servicios. Pero si uno no da más servicios y también tienen problemas financieros y económicos, es que está administrando de la manera en que no debe administrarse la cosa pública”, cuestionó.